Desde los comienzos, la visión del cielo estrellado ha impresionado al hombre .El majestuoso
movimiento circular durante la noche, el movimiento en él de la luna y de algún
que otro lucero, pronto le hicieron preguntarse cómo funcionaba todo aquello. Hay una convicción profunda en el hombre de que
las cosas no ocurren al azar y en este caso puso pronto en marcha la
inteligencia para elaborar teorías que explicaran el orden y la armonía que
manifestaba todo aquello.
Era tal la impresión que le producía aquel espectáculo, le
sobrepasaba tanto, que no tuvo más remedio que acudir a lo más grande que tenia, a conceptos por encima de su
naturaleza. También hoy, con todas la
explicaciones y teoría científicas disponibles –quizás incluso por ellas-, no
deja de ser para muchos una puerta a lo trascendente, por ejemplo en Estados Unidos,
las agrupaciones astronómicas de aficionados suelen tener lemas, y más de uno es
del tipo “los cielos narran la gloria de
Dios y el firmamento pregona las obras
de sus manos” texto del salmo 18 de David.
Por esta razón, las civilizaciones primitivas fueron
llenando el cielo de figuras de sus
divinidades, que marcaban el ritmo de vida en la tierra, aparecieron los
primeros calendarios, especialmente solares y lunares. Monumentos megalíticos
como los Stonehenge (Inglaterra) parecen tener esta finalidad. Pero fue en el próximo oriente donde empezó la
observación sistematizada del cielo, quedando constancia de ello. Así los
sumerios en Mesopotamia y los egipcios en el valle del Nilo, hace 6000 años,
elaboraron calendarios con fines agrícolas. La luna cambiaba en un ciclo de 29 días,
que era el mes lunar. Estaba dividido en 4 semanas de 7 días, que equivalían a
cada cuarto de luna. Los babilonios, o quizás sus antepasados sumerios, introdujeron
la costumbre de nombrar los siete días de la semana según los siete astros que
se movían libremente por el cielo: Luna, Marte, mercurio, Júpiter, Venus,
Saturno y el Sol. Aun hoy queda costumbre en muchas lenguas modernas, por
ejemplo, en inglés: sun-day=día del sol, mon-day=día de la luna, satur-day=día
de saturno; o en castellano los nombres de todos los días provienen de ahí excepto
el sábado, del hebreo “sabat”=descansar, y domingo, del latín “día de el señor”
También es un invento sumerio al dividir el día en 24 horas y la división sexagesimal
de éstas en minutos y segundos.
Primeras teorías
Los primeros griegos, alrededor del año 1000 a.C. desarrollaron hermosas
historias de sus dioses – la mitología griega- que dejaron plasmada en los
cielos, de ellos que proviene la división de los firmamentos en constelaciones,
con nombres de los protagonistas de sus mitología, es un periodo en el que no
es la razón la que trabaja sobre datos, sino la imaginación.
En el siglo VII y VI a.C. aparecieron los primeros
pensadores griegos: Tales de Mileto, Pitágoras,
Anaximandro, Parménides, etc…, que empezaron a aplicar la inteligencia para
explicar el mundo, pronto coinciden en la redondez de la tierra y también es
casi unánime de que el cielo gira alrededor de la tierra aunque hay excepciones
como Filolao (s.V), que suponía que
las estrellas eran fijas y su movimiento era debido a la rotación de la Tierra.
Fueron surgiendo ideas originales, aunque sin posibilidad de
demostración. Algunas anticiparon ideas modernas como en el caso de Demócrito (s IV a.C.) que suponía que
la materia estaba compuesta de pequeñas partículas que llamo átomos que se movían
en el seno de un vacío infinito: no habría más que partículas y movimientos que
es la base de la física moderna. Anaxágora
(s.V a.C.) afirmo que el sol
era un conjunto de piedras incandescentes,
y que su brillo se reflejaba en la luna. Explico que los eclipses de luna se debían
a la sombra de la tierra
El comienzo de la ciencia
Para poder juzgar con imparcialidad la Historia, hay que hacerlo
sabiendo ponerse en tiempo en que ocurrieron los hechos, y usar los
conocimientos que tenían los hombres de entonces. Es muy fácil ver las
equivocaciones que tenían sus conjeturas
después de que una multitud de hombres y
mujeres inteligentes han ido mejorándolas a lo largo de muchos siglos. También
nuestras ideas actuales parecerán muy elementales a los terrícolas del año 3000.
Con el desarrollo de la geometría entre los griegos,
empezaron los primeros intentos de aplicar al movimiento de los cielos, especialmente para explicar
las trayectorias caprichosas de los planetas, que a veces parecían detenerse,
incluso retroceder, para después seguir
adelante así surgieron los modelos matemáticos –en este caso geométrico- que
intentaban explicar las observaciones, lo que constituye el comienzo de la ciencia tal y como se
entiende hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario